El domingo que viene, en punto de las 23:45 horas, el Pávido Návido cumplirá veintiséis años de haber arribado a este valle de lágrimas. Si usted siente algo de aprecio por su persona y tiene a bien hacerle algún regalo musical, por favor considere la siguiente lista y no compre ninguno de los álbumes que en ella aparecen, tampoco lo haga en ninguna ocasión si usted no quiere destacar por su mal gusto.
1. Copitas de mezcal, Voz en punto. Payasaditas del tipo "Bom bom bom bómmmmmm" o "Tiruliru tiruliru tiruliru" y demás sustituciones onomatopéyicas de instrumentos musicales sólo les quedaban bien, y eso a veces, a Los Rufino, así que en tiempo de melones, pues no mameyes.
2. SI NO, Café Tacvba. La neta era un grupo chido cuando no eran tan payasitos y les latía más lo tropicalón (fuera danzón o son jarocho), ahora nadie entiende sus letras fresas ácidas como de rave de prepa de atizapán.
3. Bossa`n Stones. La música ruda cuando la hacen suavecita es capaz de convertir cualquier lugar en cafetería de Gandhi, y como que para traer en el ipod y subirse al metro uno necesita algo más estimulante, más rasposo.
4. Boleros en cinco pianos, Alberto Chibras. Bésame mucho, Sabor a mí, Solamente una vez y La enramada, merecen una voz educada a la usanza crouner, una orquesta con harto metal, un piano tocado por una artrítico, una sonora tropicosa, algo que las haga sonar cachondotas, no diez pinches pianos tocando el mismo arreglo de arpegiitos al mismo tiempo.
5. Leyendas, solamente los mejores, Lupita D´alessio. Para sufrimientos Elvira Ríos o Edith Piaf, para burlarse de los hombres Laura León, para decir versitos en las rolas Chayito Valdez, oséa cosas chidas, para desafinar Lucha Reyes, oséa que para chillar hay que hacerlo con clase.
6. Mexicano, Luis Cobos. Los arreglos juangabrielescos deberían tener denominación de origen y prohibirse para piezas nacionalistas y eso de mover el cabello a la par de la batuta, ya ni a Dimecke le quedaba bien.
7. Now 24, varios. ¿quién sigue comprando esas recopilaciones anuales? antes esas madres servían para amenizar las tardeadas prejuveniles, con chángüiches y fanta, ahora con la tecnología no es necesario que alguien te dicte el ritmo de la fiesta y la neta, para mixes y antologías, lo mejor sigue siendo tropirollo, tequendama de oro y para amanecer bailando.
8. Rudo y cursi, varios. Digamos que lo charolastra no es lo suyo, lo suyo del Pávido Návido.
9. Mantras masculinos, Pedro Dabdoub. Suficiente hace el Pávido Návido con comprar algunas cositas orgánicas (su mezcal, su queso de hebra, su amaranto para su yogur), desconectar los aparatos que no utiliza y bañarse rápido como para continuar el camino al hippismo irredento repitiendo vayaustéasberquécarajos, mejor reza el rosario del papajuanpablo y fuma sus cigarros de la risa.
10. The Promise, Il Divo. Oséa ¿cómo que Il Divo? ¿ni ellos se han dado cuenta que son cuatro? ¿o se refieren al técnico de sonido que hace que sus voces sean igualitas?
Pues ya saben, no se dejen engañar por top tens, ni por recomendaciones de la radio, ah, y no vayan a salir con esa patraña de regalar afecto.
Post Tenebram Spero Lucem.
Etiquetas: efemérides, el fonógrafo, El Pávido Návido, música
