un juguito de naranja pero con algo de chinguere y unos lentes oscuros que me molesta la luz

Señores y señoras (las señoritas que me escriban un mail y nos ponemos de acuerdo para que entren en la anterior categoría): reciban todos, queridos lectores de este rincón cibertnético un abrazo de año nuevo y las disculpas del Pávido Návido y su tutor, el Prefecto de la Lagunilla Luis Téllez quienes se encontraban vacacionando campechanamente en costas lejanas a la capirucha. Empieza el 2006 y el frío recorre la ciudad por las noches y por las tardes un sol mustio quema las pieles de los pasajeros de microbús y metrobús, todavía hay recalentado en el refri y el Pávido Návido disfruta de sus más recientes adquisiciones musicales: El regreso del buen Andresito Calamaro, Blues Lounge, recopilado de Putumayo y espera cambiar pronto un disco que le salió chafa pero promete buen contenido de la Banda de Tlayacapan. Hoy tampoco hay fotos, pronto vendrán algunas gráficas del viaje a Los Cabos y algunos textos del versificador de la floresta, por lo pronto nada más los respectivos saludos y el aviso de que no ha desaparecido su gentil amigo.