para estar a la moda, una bolsa oaxaqueña

pues no es una revisión actual de la tradición zapoteca como las mamadas de pinedacovelin, ni un hermoso morral mixe comprado en una guelaguetza pirata de las que abundan en explanadas delegacionales, ni un morral con motivos de rodolfo morales comprado en el pomposo museo de arte popular (¿oxímoron acaso?), no. Es una más de las piezas de la colección thekitschmeninthecity dedicada al bonito artículo promocional de carnicerías, misceláneas y diputados locoales: la bolsa del mandado. La bolsa es, además, un bonito catalogo en technicolor de los productos expendidos en Panchita, uno de los locales del mercado Benito Juárez (apostol invicto paladín), sobre fondo celeste se acomoda una gama de víveres y menesteres del hogar tales como confleis, el ariel, el cafélegal, las servilletas lyz y el panbinbo blanco para pegarse en el paladar. Caben cuarenta discos compactos con todo y estuche o veinte libros de la insigne Biblioteca del Estudiante Universitario, es resistente al agua y muy chic si se combina con un conjuntito negro o con tenis convers del mismo tono. Post Tenebram Spero Lucem