Para don Rodolfo Guzmán Huerta, hoy que cumple 25 años de inmortalidad...
NI MODO, SANTO
Nacimos casi con tu muerte,
Santo.
No vimos esa voladora,
ni el brillo de tu capa
en la butaquería
de nuestra infancia.
El fin de siglo
nos condenó al
fin de los héroes,
a las máscaras con,
cada vez más,
lentejuelas, barbas
y ficción.
Ya la cumbia
no se brincaba,
ni se usaba sombrero
para ir al centro;
los portafolios cambiaron
por micas azules
y el blanco y negro…
En blanco y negro
nos dejaste tus aventuras:
máquinas de botones
tamaño jabón de pasta,
vampiresas tetonas
-con las que aún soñamos-
y tramas que no llegaban
a historia,
cuyo hilo conductor
sostenía a las arañas
que asustaban
desde el techo.
Tu futuro era
nuestra risa dominical
y tus marcianas,
el amanecer
de algún porvenir cercano
como la televisión por cable.
Santo,
te llevaste la plata
en cada llave
y cada salto,
en la credulidad
de los mayores.
No sorprende
que ahora,
en tu nombre,
Santo,
en tu nombre,
los fariseos
caminen en la arena
y tu figura,
en serie,
de plástico
y rebabas,
termine de extra
en las maquetas
de primaria.
Luis Téllez-Tejeda
Etiquetas: El Pávido Návido, ídolos de la afición, poesía
2 Comentarios:
he andado lejos, pero vuelvo. Don Pávido, es usted grande cuando se trata de escribirle a la gente grande....
abrazos
enorme Pavido . . .
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