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Ante la patética actuación del seleccionado deportivo mexicano que participa en la justa olímpica de PEKÍN (así se escribe y pronuncia en la lengua cervantina, por si nada más ven televisa y tvazteca y no se echan de repente algún manualito de redacción y buen gusto), el blog del Pávido Návido, en un inacostumbrado servicio a la nación, ofrece veinte frases que los atletas aztecas pueden utilizar para disculpar sus malos resultados ante el público de su patria, quien seguramente comprenderá la situación y seguirá conformándose con cualquier bronce porque en el pecho de un mexicano "sabe a oro".

Mi religión me prohibe ganar, hay que ser humildes para agradar al Cielo.
Me acordé que debo el abono de la sala.
Es de que me tomé un licuado de plátano y me dio el torzón a media alberca.
Es que se me metió una basurita en los ojos.
El traje de baño me rozaba bien cabrón.
Me acordé de un chiste de Polopolo y me tuve que aguantar la risa.
No estoy acostumbrado al idioma y no entendí cuando dieron la señal de salida.
Híjole, esque me dio vértigo.
No estaban bien graduados mis lentes.
Se me fue el santo al cielo.
Me dislumbró un flash.
El juez era gringo.
Esque tenía que competir con Phelps y pues no pasé ni el examen del ceneval.
No me tomé mi genopraxol anoche y me ardió la boca del estómago.
Antier le cargué el mandado a mi mamá y me ernié.
Me dió un aire.
Se me salió un aire.
La alberca estaba bien fría y como entreno en aguas termales, pues se me entumieron las coyunturas.
Todavía no se hormaban los tenis.
Traigo encarnada una uña y las calcetas me lastimaban, como no son de nailon...

De las transmisiones televisivas, mejor ni hablamos, no queremos macular el espíritu olímpico, la verdad que no.

Adenda tricolor de último minuto: no se descarta la posibilidad de un milagro (o varios), así que también ofrecemos algunas opciones para los atletas que logren colarse al medallero:

Así somos en Jalisco
Yo iba, pasando. Yo no fuí. Se me hizo fácil, es mi primera vez.
Lo hice por mis hijos.
Esque ya no tenía nada para llevar al Monte a empeñar.
Uta, esque un juez se parece un chingo al abonero, por eso me eché a correr.

Post Tenebram Spero Lucem.