a ver a ver a ver a qué horassssssssssssssss

Queridos lectores, este blog se disculpa por la tardanza en el posteo de esta ocasión, ni modo, a veces, por momentos, repetinamente, la parranda se impone y el tiempo se esfuma como agua de entre las manos. Y luego está el trabajo y la escuela y los quehaceres domésticos, que sí planchar una camisa, que si lavar los trastes que si poner a ionizar el agua. En fin. Pero ya está otra vez aquí el gentil Pávido Návido rescatando fotos del archivo del ayer para obsequiarles esta postal de un infante cándido y feliz al que sus padres ponían a trapear y limiar la casa entera , chimenea incluída, y aún así se divertía en su párvula ingenuidad. Adivinen quién es y avisen a la UNICEF, gánense una sorpresota cortesía del Marqués de Monfi. Una pista: no es el Niño Dios, aunque sea una divinura. Post Tebebram Spero Lucem.