El Pávido Návido y el cordón del churumbel

20070402

Honor a quien honor merece



Estimados lectores: éste, el más humilde de los naucalpenses, el versificador de la Floresta, dueño del más leído de los blogs de viveros de la reja, se postra de hinojos para rendir homenaje a una gran figura, a una de las leyendas de la mexican freack music, a una de las admiradas cantantas de este escribiente: Paquita la del Barrio. Ya hemos comentado algún desaguisado con el fisco de la protagonista de este día, pero hoy, sólo nos dedicaremos a laurearla. Hace sesenta abriles, un día como hoy, 2 de abril: Alto Lucero (de Gutiérrez Barrios) vió nacer a la más famosa de sus hijas: Francisca Viveros Barradas a quien la vida con sus altibajos y tragedías nombró como: Paquita la del Barrio.

En 1970, luego de una adolescencia infeliz por embarazos prematuros, muertes de hijos, separaciones conyugales, peleas familiares y desazones personales, Paquita huyó de su natal Veracruz hacia la Ciudad de México para buscar la superación laboral y la estabilidad económica demandada por sus hijos. Fue ahí, en la capirucha, donde Paquita comenzó a cantar fuera de la cocina, ya separada de su hermana con quien formó el dueto "Las Golondrinas".

Paquita comenzó a cantar bolero, emulando a otra de las grandes, Chelo Silva, interpretaba clásicos del arrabal de los años 50: Cheque en blanco, Hipócrita, Como un perro, Lámpara sin luz, Amor perdido, Amor de la calle, Perdida, Mi razón, Esta sellado, Perdámonos, y Callejera, entre otros muchos temas que abrevan en la vena del desamor urbano.

Pronto aparecería su conocidísimo grito de batalla, el famoso y llegador "¿ME ESTÁS OYENDO INÚTIL?" con el que dedicaba a su marido (q.e.p.d.) algunas de sus más ardidas canciones. Pronto también Paquita inaugura su lugar: "Casa Paquita " en las calles de Lerdo en plena

colonia Guerrero, uno de los barrios más emblemáticos de Chilango City. El lugar fue adquiriendo fama entre bohemios, al igual que Paquita de cuyas grabaciones se hacian cada vez más copias.

Poco a poco Paquita fue extendiendo su repertorio del arrabal al rancho: Seis pies abajo, Caminos de Michoacán, Azul celeste, Paloma sin nido, Paloma negra, No me amenaces. Y poco a poco, también, Paquita encontraría a su compositor de cabecera, Manuel Eduardo Toscano que hizo de ella la cantante de la peladez.

Así es, la fuerza del barrio, la exigencia de cariño, el coraje por el amor, cantados antaño por Paquita ha sido transformado en una ardidez un tanto lépera: Taco placero, Que mamá tan chaparrita, Las rodilleras, Me saludas a la tuya, Soltero maduro, No chiquito (para que den cuenta de la calidad mermada de las rolas).

Sin embargo, Paquita sigue gustando por su árida forma de interpretar, por el sentimiento que imprime con su voz dolida. Paquita ha encabezado, sin quererlo, la emancipación del ama de casa, que ahora exige su gasto: Libro abierto, Invítame a pecar, No hay quinto malo, Al cuarto vaso de vino y Ánimas que no amanezca.

Paquita es famosa por sus joyas (cadenas, dijes, aretes, anillos, medallas) de oro y piedras finas que hacen juego con sus vestidos de lentejuela y canutillo que dan a su regordeta figura la estampa de la superación nacional.

Recordemos también que Paquita ha incursionado en la actuación en la bonita telenovela Velo de novia al lado de Ñurca, interpretando el papel de una ama de casa parca y tímida; en la película Modelo antiguo interpretando a Paquita la del Barrio y con ese mismo papel en Cilantro y perejil.

Desde estas líneas hacemos votos por un feliz futuro y muchos años para Paquita la del Barrio, la verdadera dama del buen decir y el mejor cantar.
http://www.youtube.com/watch?v=pvEi8mcqB6I

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1 Comentarios:

Blogger Marisol dijo...

GENIAL
ME VOLVERE FAN

abril 03, 2007 5:43 p.m.  

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