El Pávido Návido y el cordón del churumbel

20081229

le pediré como regalo un día de reyes besar tus labios...

Lectores queridos, para que se entretengan con algo mejor que las sandeces en este blog se vierten, aquí va un top con los mejores libros (infantiles) del año según el Pávido Návido y conchudos que lo acompañan. La mayoría se han publicado entre el año que termina y el anterior, algunos no son tan fáciles de localizar, pero pues hagan el intento, sirve que se pasean y orean sus cuerpos aturdidos de alcohol y viandas navideñas. Sería bueno que los contemplaran en sus peticiones a los Monarcas de la Fantasía (Los Reyes Magos, pues) y los tuvieran a la mano durante el año que está por iniciar para que los quebrantos económicos y los sinsabores sociales sean más llevaderos. Son diez títulos más un pilón cortesía de la Casa de la Floresta, el orden es aleatorio, todos van garantizados por su gentil servidor.

Lobos, Emily Gravett, Castillo, México, 2008.
La historia de un conejo que visita una biblioteca para informarse sobre los lobos es sólo el pretexto para desbordar la metaficción a límites difícilmente alcanzables en un género que no sea el libro álbum. Un libro que estremece, imprescindible para quienes gustan de pensar sobre la lectura.

Tener un patito es útil, Isol, FCE, México, 2007.
Si Isol nos ha acostumbrado a algo es a la sorpresa. Con esta obra no sólo no nos decepciona sino que nos obliga a replantearnos varias preconcepciones sobre el libro, la estructura narrativa y la focalización de los personajes, todo con sus trazos sencillos pero firmes y el contraste de color.




Barco de papel, Jorge Luján, ilustraciones de Julia Freisse, FCE, México, 2008.
Jorge nos invita a una nueva aventura, en la que la brevedad de los versos que la construyen contrasta con la profundidad de los conceptos y emociones a los que convoca. Las imágenes que ilustran el libro se acoplan al texto con sutileza y ternura, ofreciendo una nueva posibilidad de mirar el entorno cotidiano.

La bamba, Anónimo, ilustraciones de Fabricio Vanden Broeck, Tecolote, México, 2008.
Las coplas de la Bamba se remontan a la época colonial, su evolución ha sido tal que cualquier sonero jarocho tiene su propia versión y la canción es conocida en el mundo entero gracias a covers de grupos de rock. En este libro se recojen algunas de las coplas que forman uno de los himnos veracruzanos en una edición muy atinada por el uso del papel kraft que remite a lo popular, al igual que las ilustraciones que recrean un imaginario marisqueril típicamente jarocho.

La suave patria, Ramón López Velarde, ilustraciones de Jaime Saldívar, Tecolote, México, 2008.
Un poema de las dimensiones de "La suave patria" difícilmente es acequible para un escolapio de primaria o secundaria, la época en la que invariablemente es obligado aprendérselo. Por ello es de suma valía esta edición que acerca al poema a partir de cuadros pictóricos que, sin caer en la obviedad, ilustran pasajes de esta obra del poeta jerezano, por supuesto a partir de una lectura nacionalista. Un pomposo prólogo de Carlos Fuentes antecede al poema, los jóvenes lectores sabrán saltarse esas páginas para llegar pronto a "la infinita partitura del íntimo decoro..."



A un hombre de gran nariz, Francisco de Quevedo, ilustraciones de Ivar Da Coll, Babel, Bogotá, 2007.
El mordaz humor de uno de los grandes autores de los siglos de oro llega, a través de uno de sus sonetos, a los ojos de muy jóvenes lectores en este pequeño pero puntiagudo libro. El repaso retórico a las características nasales del rival de Quevedo abre la puerta a la lectura de poesía a quienes han rehuído de ella. Las ilustraciones que recrean con finura y detalle la estética de la época logran un humor sutil sin distraer la importancia del texto.



Caracol, Maricarmen Mendoza, ilustraciones de Slavka Kolestar, Nostra, México, 2008.
Algo tan insignificante como la travesía de un caracol por el bosque cobra el sentido de una revelación en los versos que conforman este libro. Un breve poema narrativo, parsimonioso y reflexivo, se entrelaza con lo tenue de las ilustraciones que potencian al texto hacia las más diversas interpretaciones.

Uno, dos, tres ¿qué ves?, Nadia Budde, Faktoria K, Vigo, 2005.
Los libros de vocabulario solían ser acartonados álbumes en los que se mostraba un objeto acompañado por la palabra que lo designa. Hace algunos años que comenzaron a explorarse otros caminos para dicho fin. En este libro un encadenamiento de conceptos va dando pie la aparición de los personajes más divertidos. Aunque la traducción del alemán resta un poco de sonoridad y hace caer al texto en algunas rimas obvias, las magníficas ilustraciones y lo innusitado del vocabulario hacen genial al libro.



El pollito de la la avellaneda, Antonio Rubio, ilustraciones de Gabriel Pacheco, Kalandraka, Sevilla, 2006.
Recopilada y adapatada de la tradición popular, la divertida retahíla que narra la historia de una gallina que hace lo imposible por salvar a su pollito del ahogamiento que una avellana le está provocando, lleva al lector a recorrer un divertido camino en el que la música se hace presente a través de las palabras. Las ilustraciones del aclamado mexicano Gabriel Pacheco, renuevan el imaginario del campo andaluz y dejan resquicios para el misterio.

Dos círculos centrados, Alejandro Magallanes, El Naranjo, México, 2008.
¿Cuántas cosas pueden encerrar dos círculos centrados? ¿cuántas cosas encierran las figuras e imágenes que día a día vemos sin detenernos a observar? El mundo podría ser tan divertido si tan sólo miráramos con más atención aquello que nos rodea. Magallanes es tan fanático de esa observación que invita a los lectores a verlo que él ha descubierto y a realizar una búsqueda propia.

Soñario Javier Saéz Castán, Océano, México, 2008.
A todos nos interesa saber el significado de los sueños. Con una fórmula sencilla y resultados contundentes, este libro presenta el Diccionario de los Sueños del Dr. Maravillas. El juego al que nos remite Javier es el mismo que utiliza en el Animalario, pero lejos de agotarlo y volver repetitivo el recurso, en este nuevo libro se explora hacia límites insospechados que involucran al texto y a las ilustraciones de excelente y cuidada factura.




Animales del Nuevo Mundo, Miguel León Portilla, ilustraciones de Miguel Castro Leñero, Nostra, México, 2008.
En su incasable labor de difusión de la cultura nahua antigua, don Miguel seleccionó textos que hablan sobre los animales endémicos de esta tierra, de entre aquellos que le fueron dictados a Fray Bernardino de Sahagún. Si la importancia de los textos no bastara, don Miguel los tradujo al náhuatl clásico para mostrar la rico legado que los mexicanos tenemos. Y si, aún no fuera suficientemente atractiva esta documentación para un libro, uno de los más importantes artistas plásticos mexicanos contemporáneos preparó una serie de obras basadas en los códices nahuas para ilustrar con belleza y armonia este excelso libro.

rojo+verde, Jill Hartley, Petra, Zapopan, 2007.
En un afán por llevar a la lectura mucho más allá del texto, Ediciones Petra ha arriesgado presentando libros y conceptos editoriales innovadores, sanamente pretensiosos y sumamente cuidados. Con este libro se invita al espectador a leer en los espacios cotidianos, en el entorno que lo rodea, tomando como pretexto los colores característicos de la nación mexicana (rojo y verde)se presenta una serie de coloridas fotografías, impresas impecablemente

Disculpen que falten varias portadas, El Pávido Návido se estuvo peleando un rato con el blogger y es lo más que se pudo. Post Tenebram Spero Lucem

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