El Pávido Návido y el cordón del churumbel

20060614

a qué le tiras cuando sueñas soñador


Corría 1996, la crisis económica azotaba ferozmente a los mexicanos, sobre todo a los acostumbrados al desamparo pecuniario, los obreros, vendedores ambulantes, burócratas de base, trabajadores razos, amas de casa, taxistas, campesinos, meseros, etcétera. México vivía momentos de crispación en medio de música de banda, cumbias monocórdicas, cancioncitas de maná, asesinatos políticos, narcopersecusiones (narco comenzaba a ser un prefijo para designar a todo aquello culpable de la violencia ¿narcopobreza?). En fin, todo era un vendaval sin rumbo, una depresión social de esas que provocan olas de suicidio y ganas de futbol. De pronto, de la sapientísima e ingeniosa mente de Emilio Larrosa surgió un proyecto televisivo que trajo esperanza y entretenimiento de calidad (nimia) a la clase proletaria de nuestro país: EL PREMIO MAYOR.
La historia de un lumpen lavacoches que gracias a una corazonada compra el billete de lotería que resultará ganador y le cambiará para siempre la vida, convirtiéndose en un millonario de la noche a la mañana. Compra casa nueva, casota, trajes de lujo (solapa brillante y pañuelo de seda), joyas varias (anillos, medallas, cadenotas, esclavotas), auto de lujo, servicio doméstico, figuras de jadró, porcelanas, terciopelo en la sala, una camita de corazón con sábanas de satín rojo escarlata. El personaje, Güicho Domínguez (nótese cómo el hipocorístico realza la humildad de donde provenía) y su mujer, Rebeca (interpretada magistralmente por Laura León - el premio mayor es para ti te lo vas a ganar-) conocen el mundo del dinero y el lujo sólo para descubrir que la riqueza trae sufrimiento, que engendra amargura en el corazón y separa los sentimientos de bondad al hacer brotar las más ruines pasiones. Bonito mensaje, por eso debemos huir del dinero y seguir enriqueciendo a los ricos, seguramente están amargados y tristes. Yo creo por eso Diego Luna, que interpretaba a Quique, el hijo de la pareja, huyó del ambiente y se dedicó al cine de calidad. Esperen el siguiente capítulo de las telenovelas del recuerdo, una cortesía del Pávido Návido y el Marqués de Endocua.

5 Comentarios:

Anonymous Anónimo dijo...

no mames, jajaja lumpen lavacoches, jajajjaja no mames no me acordaba que diego luna era el hijo jajajajajjajaj. pinche luigui ahora si te la rifaste.
pero recuerda:

el hombre es como el oso mientras mas feo mas hermoso

atte. macorina

junio 15, 2006 12:18 a.m.  
Blogger EL PÁVIDO NÁVIDO dijo...

Querida Macorina, gracias por tus comentarios jocosos, si algún día hay un Premio Mayor Reloed tú deberías ser la protagonista, al fin te pareces a la tesorito y a lucerito.
Besos
EL PN

junio 15, 2006 12:02 p.m.  
Anonymous Anónimo dijo...

Oh! es una gran sección de tu blog. Podrías hacer una que explique la novela Teresa? nunca la vi bien pero sólo recuerdo que al final había una voz en off que decía "Teresa me das miedo" y tengo una secreta obseción con eso

Un beso largo y apasionado

junio 15, 2006 1:44 p.m.  
Blogger EL PÁVIDO NÁVIDO dijo...

Cielos, Anita, me pones en aprietos, no recuerdo esa comedia, revisaré con el Pávido Návido para ver qué podemos hacer, por lo pronto agradezco tu interés por la sección.
Un besito, a ti y a todas las nenas de la sala de becarias.
EL PN

junio 15, 2006 1:47 p.m.  
Anonymous Anónimo dijo...

La estoy viendo de nuevo=)
saludos=)

enero 22, 2007 2:01 a.m.  

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