¿y que tal si te digo que tu billete ahora vale la mitad?

Para copiarle al blog del vate más brillante del orbe, mi cuate Víctor Cabrera, desde esta tribuna enclavada en las sinuosas laderas de Xocoyahualco, El Mirador y Vista Hermosa, nos ponemos muy a tono con la situación económica mundial e intentamos emular las precisas palabras de los no tan precisos Carlos Mota, Maricarmen Cortés y David Páramos, personas versadas en la estulticia y lerdez y nos ponemos a editorializar sobre el tema que da miedo y moda.



Otra vez la Navidad
se verá de la chingada,
de esta no nos salva un hada.
Ahora sí, mejor amad
pa´no sentir la orfandad
que la economía nos deja.
Tanta banca y tan pendeja
tanto burro tan bursátil
y el salario tan volátil,
no alcanza ni pa´lenteja.



Este pinche catarrito
de pobreza viene ahíto:
los dólares como flemas
se subastan sin problemas,
no alcanza el mejoralito
a aliviar la recesión,
a desviar el malestar
que fuerte viene a atizar
como nasal congestión
a nuestra humilde nación.



Tan goloso ese don Carstens
repartió los dulces antes,
creyó blindaje su panza
y como ahí sí hay holganza
no pensó en los mendicantes.
Para el pobre sólo inquinas,
que se ajuste las pretinas,
que trabaje con más ansia,
que no busque la elegancia,
que no coma cosas finas.


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