antes patria que inermes tus hijos

Seguramente, jóvenes lectores de este blog, ustedes eran apenas un proyecto en el diseño inteligente del Creador cuando el neoliberalismo se materializaba en nuestro país en la figura de un presidente chaparrito, peloncito pero sin lentes y con la inteligencia y buena idea de promover su esbozo de nación con prototeletones y no mamadas como sketches o menciones sobre el petróleo en ventaniando, hoy, o vecinos. El chiste es que quizá no recuerden el video que a continuación presenta el Pávido Návido para recordar el ayer y temer el mañana.



¿Notaron que los primeros diez segundos son, musicalmente, muy parecidos al spot del tesorito en la profundidad?

¿En verdad Lucía Méndez nos considera hermanos? que nos preste su casa de Miami para unas orchatas acá muy lounge ¿no?

¿Qué pedo con la sudadera de Mijares? ¿por eso se casó lucerito con él?

Por favor, vuélvanlo a ver y pongan atención a la proeza y delicadeza con la que la canción esa rima pobreza y destreza. El que la escribió debería dar clases en SOGEM (seguro que da).

¿El campesino y la gran empresa? ¿Caben los términos en la misma frase para hablar de unidad? No sé, pero en voz del papá del Coque (¿ha hecho algo más que ser papá de ese güey?) se escucha rebien, hasta parece que escucháramos a los Panchos en este himno a la nación.

Por favor, si alguien identifica al taponcito de alberca que se echa un chicharrazo a eso del 1´34´´ avísele al Pávido Návido quién es, está pensando en darle un papel en su próxima puesta en escena: "La agonía del ocaso".

¿A poco no se llenan de orgullo patrio y falsa esperanza al mirar a Lola Beltrán disfrazada de Palacio de las Bellas Artes, horlada de cedas y aretes de filigrana, alzando su puño para entonar ese trabalenguas que fue la escencia de nuestro ser en los años 90: So-li-da-ri-dad?

¿Qué onda con el frenesí de Talina Fernández y su ritmo?

Otro favor, posiciónense en el minuto 2´03´´, localicen un par de lentes oscuros (acá de a tamarindo en crucero peligroso), detrás de ellos está el magnánimo Rigo Tovar ¿por qué no voltea hacia donde todos lo hacen? eso es dirección de cámaras me cae.

No cabe duda, antes de la rebelión neozapatista la presencia indígena se limitaba a figuras como la India María o a los huipiles que la fámula de Cándido Pérez portaba para acentuar sus caracter plebeyo ¿qué otro atuendo endémico aparece? Nel, el traje de charro es más criollo que el cura Hidalgo, no me vengan con esas cosas que son al chile.

Bueno, pero no podemos decir que no es multicultural el video, Kalimba y su hermana aparecen para demostrarnos que bajo el manto de nuestra bandera y de la inefable televisa todos somos iguales ¿qué no?

Noten que don Vicente Fernández aún no recurria a esa magia posmoderna del injerto capilar, pero ya usaba sendas cantidades de hueso de mamey para camuflar la cana de bigote, patilla y ceja.

¿Por qué cada sexenio le pone un significado distinto a los colores del lábaro patrio? Y luego quieren que los niños tengan identidad, con razón hay tanto escuincle con peinado de medio rostro y mirada cabizbaja.

¿No es una ternurita ver a los garibaldis, los onda vaselina y los timbiriches antes de pasar por bisturíes?

Ya saben todos ustedes que el Pávido Návido le profesa una devoción ferviente a doña Lucha Villa, pero su aparición en este video es como para condenarla al Flamingos Plaza todos los diez de mayo venideros.

Sean dichosos queridos lectores y amen a su patria, el Pávido Návido no lo hace y le va muy bien.
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