Si yo fuese el mar, y tu una roca, haría subir la marea, para besar tu boca

Una joya más de nuestras autoridades del Consejo Nacional para la Costura en las Tardes. Resulta que para celebrar (sí, hay quienes solamente conmemoraron) el décimo aniversario luctuoso del Nobel de Mixcoac, nuestro más galano y altivo vate del siglo XX, don OP, a los achichincles del novio de la hija de Marta Chapa (el que le llama a la delegada para que abran el restorán de su pareja sentimental aprovechando el cargo que le fue conferido) se les ocurrió llenar los lugares públicos de poesía y mandaron a imprimir cientos de carteles con la efigie de Octavio y unos versos enmarcados con el bonito logotipo del Consejo y el omnipresente escudo nacional circunscrito al membrete del gobierno federal. Hasta ahí todo bien. Resulta que el Pávido Návido iba el otro día en metro, y se topó uno de los carteles de marras y notó algo extraño: los versos impresos eran muy raros para ser de Paz, pero el estado de alteración de consciencia bajo el que circulaba aquél, le hacía imposible dilucidar su duda. Y, aunque don Marqués de Monfi no es especialista en literatura de embajadores renunciantes, algo ha leído del esposo de doña Mari Jo y seguro estaba de que, al menos en Libertad bajo palabra, Ladera este, Vuelta, Salamandra y La rama no aparecen las siguientes líneas:
No olvides nunca
que el primer beso
no se da con la boca,
sino con los ojos.
Pero por las prisas y las ganas de bajonear el asunto quedó ahí. Hasta que confirmó sus dudas al leer sobre el acierto de los funcionarios culturales en algunos diarios nacionales. Por ello, el Pávido Návido se dió a la tarea de sugerir algunas frases para las venideras celebraciones literarias:
"No soy digno de que entres en mi casa
pero una palabra tuya bastará para sanar mi alma"
Mario Santiago Papasquiaro
"Si lloras por haber perdido el sol
las lágrimas no te permitirán ver las estrellas"
Rosario Castellanos
"Sólo me lamento de no haberte conocido
desde el primer día que empezaste a ser mujer."
Jorge Cuesta
"El amor de madre es el combustible
que le permite a un ser humano hacer lo imposible."
Manuel Acuña
"Perdóname mi amor por ser tan guapo"
Salvador Novo
"Un abrazo vale mil palabras.
Un amigo más."
Salvador Elizondo
"Ni un cigarro te doy,
ni me lo pidas
tu infamia destrozó mi vida"
Juan Rulfo
"El amor es como un reloj de arena;
mientras se llena el corazón,
el cerebro se vacia."
Carlos Pellicer, para un discurso de AMLO
"¿Cuál es la diferencia entre la apatía y la ignorancia?
No sé y no me importa"
Elenita Poniatowska en el homenaje a Monsi
"Si tuviese una rosa para cada vez que pienso en ti,
estaría siempre paseando por un jardín."
Monsi en el homenaje a Monsi
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Etiquetas: cultura y sociedad, El Pávido Návido, México: creo en tí, sistema de transporte colectivo metro
4 Comentarios:
jajajaja muy bueno
Pues todo se lo debemos a nuestros ilustres funcionarios, si no fuera por ellos no tendríamos el nivel de acidez (estomacal) que tenemos.
Saludos
El P.N.
Tu ignorancia es abrumadora. Esos versos están en la biblioteca de los Pinos, junto a Borgues, el libro de poemas de Carlos Fuentes y la mejor novela que leyó Martita: Doce cuentos peregrinos.
Paco Conde: debo reconocerlo, no estudié en la ibero, qué pena que mi sapiencia paupérrima se note en los comentarios de este blog, prometo pronto reseñar la novela de Octavio Paz, esa que tanto le gustaba a la mamá de los hijastros del esposo de marta sahagún.
Besos y copas
El P.N.
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