el que quiera ser mi amigo tres cosas debe tener...
La chilena es un género musical cultivado en las costas chicas guerrerense y oaxaqueña, probablemente llegó por mar desde el sur del continente durante los años de la Colonia y se arraigó entre la población indígena, negra y mulata de aquellos lugares. La dotación instrumental es variada, abundan las cuerdas que generalmente van acompañadas de alguna percusión, se baila zapateando e intercambiando parejas. Las figuras coreográficas de este ritmo fueron muy socorridas durante la época de oro del cine mexicano cuando con cualquier pretexto armaban una fiesta costeña con todo y Joaquín Pardavé de guayabera y calzón de manta. A la música, compuesta en seis octavos, se le acompaña de coplas y un estribillo, las coplas -cuartetos de octosílabos rimados alternadamente- pueden ser improvisadas o compuestas previamente. En la actualidad las chilenas son interpretadas tanto por conjuntos tradicionales como por grupos versátiles y tecladistas que amenizan los eventos sociales de la región. Famosas chilenas son Pinotepa, La sanmarqueña, Linaloé, Arrincónamela, El Luego luego, El Negro, La malagueña y Por los caminos del sur.
En esta ocasión, queridos lectores, el Procurador del Albur en Alto Lucero, Veracruz, trae para ustedes una versión de la canción que da honroso nombre a este malafamado blog, El Pávido Návido, a ritmo de chilena. Disfrútenla.
Post Tenebram Spero Lucem.
Etiquetas: cultura y sociedad, El Pávido Návido, música
1 Comentarios:
Qué joya señor don Pávido. Un día al calor (o frío) de unas cervezas la oímos tocada por los tamborileros de linares.. gracias por pasar por mi blog, ahí andamos. ya pronto será usted tío.
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