El Pávido Návido y el cordón del churumbel: 201001

Justo hace sesenta años y un día -sí, el 7 de enero de 1950- en Parácuaro, Michoacán nació uno de los más grandes próceres del México posrevolucionario, un constructor de la identidad nacional, forjador de la educación sentimental de varias generaciones y catalizador de la jotería patria: Alberto Aguilera Valadez (a.k.a Juan Gabriel).
El llamado "Divo de Juárez" llega a la tercera edad sin homenajes televisivos, conciertos de gala, es más, la efeméride ha pasado desapercibida en noticieros y diarios. Es por ello que en este blog hemos decidido rendirle a ese apostol de la palabra hecha canción un pequeño, pero muy sentido acto de veneración y agradecimiento por los momentos en los que su música nos ha acompañado. No seamos hipócritas, todos hemos entonado alguna canción de Juan Gabriel ya sea en torno a una mesa de cantina, mientras hacemos los quehaceres domésticos o cuando es diez de mayo y queremos congraciarnos con nuestra progenitora. Aquí van las cinco mejores canciones de Juanga, según el Pávido Návido.

5. No discutamos. Sabedor del absurdo en que se transforman cientos de relaciones amorosas después de la primera gresca, el autor de marras nos regala en esta canción consejos importantes para no llegar a la tan temida y gustada violencia intrafamiliar. La versión que aquí presentamos es quizá la mejor, en voz de doña Lucha Villa "La Grandota", quien le da un toque rasposón al tema -chéquense el atuendo ochentero de Villa y, por favor, alguien explíqueme ¿por qué se colgó un ramo de novia en el cabello?-.

4. Siempre en mi mente. Una letra tan insulza merece ser cantada al oído de cuanta amante se le ponga enfrente a uno. Esta canción es el lujo del minimalismo, la simpleza de su letra la ha catapultado para estar presente casi en cualquier noviazgo desde aquellos de secundaria hasta los más rudos. La canción, linda persé, tiene un significado especial para el Pávido Návido y palomilla, quienes en alguna ocasión presenciaron un show de desnudismo que tenía como fondo musical dicha pieza. Aquí en voz de su autor.

3. Inocente pobre amigo. Un ensayo sobre dialéctica al más puro estilo mexicano ardilla. La versión más sonada de esta canción es seguramente la del esperpento del canto que es Guadalupe D´lessio no le late nadita a este escribiente, le quita mucha escencia a la canción y la convierte en un ardid de divorciada, borrando los mensajes ocultos que parece tener la canción: ¿cómo es que quien canta sabe que al otro le falta lo que él tiene de más?. Aquí una versió con la Banda Astilleros.

2. 17 años. "Si te digo que me gustas, que te quiero y si te asustas, mejor no te hablo de amor" ¿qué tal? Aquí Juan Gabriel canta a dueto con María Victoria, la Señora del Pujidito.